miércoles, 7 de septiembre de 2011

Seres del inframundo (I)

La rutina, después de las vacaciones, reaparece como unas arenas movedizas. Poco a poco se apodera de tu cuerpo, provocando angustia al principio y resignación al final, cayendo en las fauces de la desidia.

Para romper un poco esta tendencia, todos tenemos alguna afición o hobby. Como os habréis podido imaginar, el mio (uno de ellos) son los videojuegos. Entre ellos, los juegos donde las sangres y las visceras las regalan por overstock. Estos juegos, la gran ventaja que tienen, es que hoy en día se aprovechan de la Red de redes y tienen modos online, siendo algunos exclusivamente online.

Esta pequeña introducción nos lleva al título de este capítulo, seres del inframundo. He querido remarcar como primera parte, porque los seres del inframundo están por todo el mundo, repartidos por todas las aficiones. Algunos los llaman lamers, otros imbéciles, pero creo que seres es lo más cercano a un ente viviente y al que se le supone algo de capacidad cognitiva sin presumir inteligencia.

El caso que nos atañe, me vino dado ayer que volví a disfrutar de una maravillosa partida de Gears Of War 2 con mis amigos (se perfectamente que no tengo amigos, pero almenos dejad que este blog me engañe a mi mismo). Uno de los cinco integrantes del equipo para la horda que ibamos a gozar no era capaz de conectar con el resto del equipo. Los demás tuvimos que esperar un rato a ver si iba porque, una vez empezada la partida, no se puede acoplar nadie. Este sistema te garantiza que nadie estropee tu partida privada cuando quedas con amiguetes, pero molesto para casos como el de ahora o cuando la gente sufre del famoso mal de internet: las desconexiones.

Pero ese no es el peor de los casos. Todos los jugones que nos gusta el juego online hemos sufrido al Impaciente. Ese ser que entra en el lobby de tu partida, ve que no hay ni cristo, y en lugar de tener la paciencia de quedarse para engrandecer tu partida, se larga buscando otra que ya esté cerquita de completar el grupo. En un juego como el Gears, lo que provoca esta gentuza, es que las partidas no se completen casi nunca, ya que empezarlas con, por ejemplo, 8 jugadores en vez de 10 hace que la partida todo el rato sea de 8 jugadores, ya que no se pueden conectar luego. Aparte, y aquí viene lo interesante, si de esos 8 cae o se marcha otro (los Impacientes también pueden ser gente que no soporta que lo machaquen), ya desiguala la partida, provocando una caída exponencial de personas en la partida.

Esto destruye partidas. Estarte 15 o más minutos esperando a crear una y que la gente se comporte de esta manera, hace que te plantees seriamente jugar online. Si por lo menos el juego permitiera conectarte a partidas empezadas o empezar partidas con menos gente para que luego se acoplen a media, haría que el mal generado por los Impacientes fuera menor (aunque odioso igual). Pero en juegos como Gears 2 (afortunadamente no es el caso mayoritario y según dicen han tomado nota para el gears 3) hace que gente que no se comporta adecuadamente en el juego abandonando prematuramente o entrando y saliendo de salas de esperas se acentúe y provoque te acabes marchándote a otros juegos a pesar de que te encante jugar a ese juego.

En definitiva, el primer post dedicado a gilipollas (iba a escribir subnormales, pero los subnormales de verdad no tienen culpa de que exista este tipo de personaje) se lo llevan los Impacientes.

Por hoy ya me despido. Hasta la próxima en que nos meteremos con algún otro ser del inframundo. Sintonizad las antenas.

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