viernes, 13 de junio de 2014

Tres contentos tigres

Tres contentos tigres. A diferencia de lo que podáis pensar con este título que se me ha venido a la cabeza, no voy a hablar ni de tigres ni de su estádo anímico. Todo lo contrario. Voy a hablar de algo que, evidentmenete, me provoca felicidad a mí, pero también a una gatita dulce. Estamos en el mundo felino pero en otra rama.

Lo importante es el número. Tres. Tres vueltas al Sol. Coincidiendo (o no, que todo sabemos que está planeado) en un Viernes como el de hoy que en una serie de películas un tal  Jason quiso proclamar su amor a la violencia descontrolada. Viernes 13. Pero para mí no es un día maldito. Para mí, hoy no es un día de desgracia. Lo puede ser para otra persona, por aguantar la friolera cifra de tres años.

Tres cortos años al lado de la que considero mi otra naranja, pues ella no es una media naranja. Ni mía ni de nadie. Ella es una naranja perfectamente completa. Como espero o intento serlo yo también. Eso de que nos pasamos la vida buscando a nuestra media naranja, nuestra otra parte, es mentira. Primero, hay que buscarse a uno mismo, ser feliz siendo como se és, sin necesidad de otra persona para sentirnos realizados. Luego, una vez se consiga este estado y sólo en ese momento es posible encontrar la persona ideal para compartir el resto de tus años, deseando que nada se tuerza.

Hoy celebro tres años con esa maravillosa persona, pero son tres años de tortura para ella por aguantarlos a mi lado. Espero que lo siga haciendo por los que tienen que venir.

Besitos, mi Luna.